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7 razones por las que es una buena idea contratar a un ajedrecista



¿Pensabas que el ajedrez es solo un juego y no tiene relación con el mundo laboral?... hoy te quiero compartir siete de varias razones por las que es una buena idea contratar a un ajedrecista.


1. Los ajedrecistas saben resolver problemas


Incluso un ajedrecista novato resuelve alrededor de 20 problemas relacionados con el ajedrez por semana; si nos fijamos en un semiprofesional, este número alcanza los 20 problemas por día. En este proceso, el individuo desarrolla no solamente habilidades analíticas y de resolución de problemas sino también persistencia a la hora de encontrar la solución correcta. Desde un punto de vista laboral, un ajedrecista es una persona que resuelve problemas con tenacidad e ímpetu personal al enfrentarse ante cualquier desafío. 



2. Los ajedrecistas saben manejar el tiempo


A pesar de que el ajedrez suele ser percibido como un juego muy lento, sabemos que esto no es cierto en la experiencia directa. En una partida profesional promedio, cada jugador recibe alrededor de dos horas para realizar cuarenta movimientos. Por lo tanto, cada jugada no puede tomar más de tres minutos en promedio. En estas condiciones, el ajedrecista está forzado a manejar su tiempo de forma efectiva para evitar meterse en apuros.  



3. Los ajedrecistas suelen estar presionados por el tiempo


Incluso cuando un jugador tiene una habilidad perfecta para manejar su tiempo, se presentan ocasiones en las que simplemente no hay suficiente tiempo disponible. En estas ocasiones, el ajedrecista debe tomar una decisión en menos de un minuto, lo que significa que, a la larga, el jugador aprende a operar bajo presión. La práctica en toma de decisiones y en trabajo bajo presión puede ayudar a cualquiera a lidiar con fechas de entrega y a realizar tareas con recursos limitados.



4. Los ajedrecistas tienen habilidades organizativas


Un ajedrecista sabe cómo compartimentar información y priorizar tareas. Al moverse entre filas, columnas y diagonales, el ajedrecista se ve obligado a poner las cosas en orden y a trabajar tanto eficiente como productivamente al momento de completar cualquier tarea. En un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo, es necesario tener la capacidad de poner en consideración distintos puntos de vista para poder organizarse.



5. Los ajedrecistas tienen pasión


Ganar títulos y convertirse en un campeón puede ser un objetivo para cualquiera. Sin embargo para alcanzar ese objetivo un ajedrecista debe sacrificar mucho. La disposición para convertirse en el mejor exige hacer concesiones en la vida personal y social, incluso durante la juventud, a pesar de que no se recibe a cambio el reconocimiento que se le da a los futbolistas o a los jugadores de baloncesto. Esta pasión y motivación intrínseca por un juego tremendamente complejo es lo que distingue a los ajedrecistas de otros deportistas. Por lo tanto, un ajedrecista es capaz de desplegar la misma pasión y el mismo nivel de motivación como empleado de un trabajo que le inspire y eleve sus propias ambiciones.



6. Los ajedrecistas son pacientes y se orientan en el largo plazo


El ajedrez no se trata de obtener victorias rápidas y sencillas: el ajedrez tiene más que ver con objetivos a largo plazo, trabajo duro y paciencia. Las ganancias o resultados positivos no son necesariamente visibles de inmediato, pues un individuo no puede ver su cuerpo o mente transformarse de forma instantánea. La paciencia y un planeamiento a largo plazo son también absolutamente esenciales durante las partidas. Como ya se notó, una partida promedio dura alrededor de cuarenta jugadas, las cuales deben ser calculadas y planeadas con precisión, dado que incluso un pequeño error puede producir el colapso de una posición ganadora. La paciencia y la orientación en el largo plazo pueden ayudar a un empleado a no perder de vista todo el panorama, sin apurarse a encontrar soluciones rápidas y sencillas, sino, por el contrario, enfocarse en encontrar la raíz del problema.



7. Los ajedrecistas son creativos


El ajedrez suele ser percibido como un juego aburrido, similar a las matemáticas puras y al análisis extenuante, pero para poder alcanzar la maestría en el juego también hace falta pensar de forma creativa. Para jugar ajedrez se debe pensar pero también hace falta imaginar lo que sucederá luego, dado que, en promedio, una variante de tres jugadas tiene un árbol de posibilidades de casi 4 mil millones de posiciones, algo imposible de calcular si no eres una máquina. Por lo tanto, las habilidades creativas pueden ayudar al ajedrecista a encontrar jugadas innovadoras y estrategias sin necesidad de calcular tanto. El uso de estas habilidades creativas junto al razonamiento abstracto y al reconocimiento de patrones en problemas de la vida real puede ayudar a un empleado a encontrar soluciones creativas a una gran variedad de problemas.



Y bien estas son unas de muchas razones por las que es buena idea seguir practicando y jugando el Ajedrez, sobre todo si lo quieres extrapolar a tu vida diaria y laboral.


Saludos y hasta la próxima




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