Como ser un Gran Maestro (1/3)
El GM Spraggett nos da las indicaciones a seguir para conseguir el fin deseado por todos los aficionados: convertirse en un maestro de ajedrez.
¿Puede todo el mundo convertirse en maestro?
Sí, incluso los principiantes más inútiles lo han conseguido. El secreto es afrontar las prioridades de cada uno. La primera gran pregunta que uno debe hacerse si quiere ser maestro no es ¿cuánto tiempo tardaré?, sino ¿por qué quiero serlo? Si no puedes responder la pregunta de forma convincente, es mejor que abandones el intento. Pero si puedes, y si tienes buenas razones para intentar conseguirlo, entonces ve a por todas. En el proceso de convertirse en maestro importa más tu fuerza de carácter que tu nivel de juego. Motivación, voluntad, disciplina, perseverancia, a esto me refiero. Convertirse en maestro tiene que ser importante para ti; de otra manera, estarás perdiendo el tiempo. El camino hacia la maestría tiene muchas curvas y baches, y si no tienes ganas de trabajar duro, no lo conseguirás. Ser capaz de trabajar duro es más importante que el talento. ¿He dicho que es difícil? Claro que lo es.
La segunda gran pregunta: "cuánto tiempo" tiene una única respuesta honesta: tú mismo sabrás cuando hayas llegado al final.
Debes ahorrar tiempo
¡Organízate! Lleva un registro de tus tareas. Sólo lleva unos minutos escribir unas pocas palabras sobre lo que has hecho en una tarde. Después de unos pocos meses podrás mirar atrás y ver lo que está funcionando y lo que no. Steinitz dijo que era mejor trabajar una hora al día durante seis días que seis horas en un solo día y nada los otros cinco. Tenía razón. Crearse un plan de estudio y entrenamiento e intentar seguirlo. Sugiero sesiones de entrenamiento no inferiores a dos horas, y preferiblemente cuando no estés cansado. Concentrarse es difícil es difícil cuando no se tiene mucha energía. Intenta estudiar en un sitio tranquilo, sin la televisión. Escuchar música suave es una buena idea, pero nada de ruido: el cerebro asimilará mucho más cuando prestes atención a esto.
Evita la trampa del exceso de información
Uno se convierte en maestro mejorando gradualmente su juego. Vas de nivel en nivel, y cada nivel puede requerir un poco más de información, e incluso un tipo ligeramente distinto de información. Muchos jugadores se quedan estancados en un cierto nivel y tienen dificultades para avanzar porque tienen demasiada información en sus cabezas. Están confusos. Recuerda que en el ajedrez lo importante es saber aplicar lo que se sabe, no absorber información sin más. Lasker cierta vez escribió que había jugado al ajedrez toda su vida, y que durante los 25 últimos años había intentado olvidar la mayor parte de la información adquirida. Sabía que le perjudicaba más de lo que le ayudaba. (Como indicaré, lo importante es adquirir técnicas y métodos). Con esto en mente, debes limitar el número de libros que tienes hasta que seas maestro. No necesitas muchos: unos veinte son suficientes. Las revistas están bien. Con respecto a los programas, mencionaré los de juego más adelante, pero nadie necesita dos millones de partidas. Recuerdo una comida con Lombardy y varios aficionados en New York. Uno de los aficionados dijo que tenía más de un millón de partidas en su ordenador, y Lombardy le miró y le preguntó en cuántas de ellas había trabajado. Debes limitar la cantidad de aperturas que juegas. Sólo necesitas una buena defensa contra e4, una contra d4 y una contra el resto. Con blancas, limítate a una apertura. Si tienes tiempo para aprender más, hazlo, pero recuerda que el ajedrez es un juego de aplicación, no de absorción. Sólo se puede hacer un movimiento por turno, así que haz las cosas de forma simple.
Progresar
Consideremos el progresar para el principiante total: no sabe nada en absoluto. No me gusta la analogía del libro en blanco y prefiero la analogía del que está perdido: el principiante necesita ser dirigido. El progreso del principiante le irá dejando huecos en su formación si no lo hace de manera correcta. El progreso hacia el nivel de maestro consiste en dos pasos básicamente. El primero es alcanzar una comprensión mínima básica del juego, caracterizada por una deliberada falta de información ajedrecística específica, y el segundo es llegar al nivel de maestro mediante la adquisición de técnicas y métodos mediante la asunción de cantidades apropiadas de información. El primer paso es muy parecido a aprender a montar en bicicleta: se progresa más aprendiendo qué no hacer. En ajedrez, esto significa mantener las cosas simples: aprender a no dejar el rey expuesto, atender a las amenazas inmediatas del rival, no dejar tus piezas en prise, desarrollarse rápidamente, no crearse debilidades. Sólo deben tocarse los conceptos más intuitivos sobre la importancia del centro y la táctica elementeal. Nada de libros. O, al menos, no libros formales. El principiante debe darse cuenta de por qué pierde partidas. Tiene que ser consciente de sus malos hábitos que contribuyen a que pierda. Necesita desarrollar una idea intuitiva del ajedrez. La mayoría de los libros para principiantes mantienen una estrategia equivocada: haz esto, no hagas esto, ten cuidado de esto, y todo este tipo de consejos tipo Reinfeld. Muchas reglas son esas. Se trata de una aproximación equivocada: esas reglas sustituyen a la comprensión. Uno o dos libros que ofrezcan partidas básicas con explicaciones sencillas es algo estupendo. Uno de los que recomiendo es "Ajedrez lógico" de Chernev. Explica cada movimiento de la forma más simple e intuitiva. Nada de variantes, nada de estrategia. La información tiene que mantenerse al mínimo porque queremos aprender, no maneras de ganar, sino cómo evitar hacer cosas estúpidas mediante un enfoque intuitivo. En el camino hacia el perfeccionamiento este nivel básico mínimo de comprensión es muy importante. El principiante necesita jugar contra jugadores más fuertes para que obtenga información inmediata de lo que está haciendo mal. No sirve de nada jugar contra gente a la que se gana, porque de esta manera los errores no serán percibidos.
Hasta aqui todo por esta primera parte, nos vemos en la segunda entrega de esta serie Como ser un Gran Maestro.
¿Puede todo el mundo convertirse en maestro?
Sí, incluso los principiantes más inútiles lo han conseguido. El secreto es afrontar las prioridades de cada uno. La primera gran pregunta que uno debe hacerse si quiere ser maestro no es ¿cuánto tiempo tardaré?, sino ¿por qué quiero serlo? Si no puedes responder la pregunta de forma convincente, es mejor que abandones el intento. Pero si puedes, y si tienes buenas razones para intentar conseguirlo, entonces ve a por todas. En el proceso de convertirse en maestro importa más tu fuerza de carácter que tu nivel de juego. Motivación, voluntad, disciplina, perseverancia, a esto me refiero. Convertirse en maestro tiene que ser importante para ti; de otra manera, estarás perdiendo el tiempo. El camino hacia la maestría tiene muchas curvas y baches, y si no tienes ganas de trabajar duro, no lo conseguirás. Ser capaz de trabajar duro es más importante que el talento. ¿He dicho que es difícil? Claro que lo es.
La segunda gran pregunta: "cuánto tiempo" tiene una única respuesta honesta: tú mismo sabrás cuando hayas llegado al final.
Debes ahorrar tiempo
¡Organízate! Lleva un registro de tus tareas. Sólo lleva unos minutos escribir unas pocas palabras sobre lo que has hecho en una tarde. Después de unos pocos meses podrás mirar atrás y ver lo que está funcionando y lo que no. Steinitz dijo que era mejor trabajar una hora al día durante seis días que seis horas en un solo día y nada los otros cinco. Tenía razón. Crearse un plan de estudio y entrenamiento e intentar seguirlo. Sugiero sesiones de entrenamiento no inferiores a dos horas, y preferiblemente cuando no estés cansado. Concentrarse es difícil es difícil cuando no se tiene mucha energía. Intenta estudiar en un sitio tranquilo, sin la televisión. Escuchar música suave es una buena idea, pero nada de ruido: el cerebro asimilará mucho más cuando prestes atención a esto.
Evita la trampa del exceso de información
Uno se convierte en maestro mejorando gradualmente su juego. Vas de nivel en nivel, y cada nivel puede requerir un poco más de información, e incluso un tipo ligeramente distinto de información. Muchos jugadores se quedan estancados en un cierto nivel y tienen dificultades para avanzar porque tienen demasiada información en sus cabezas. Están confusos. Recuerda que en el ajedrez lo importante es saber aplicar lo que se sabe, no absorber información sin más. Lasker cierta vez escribió que había jugado al ajedrez toda su vida, y que durante los 25 últimos años había intentado olvidar la mayor parte de la información adquirida. Sabía que le perjudicaba más de lo que le ayudaba. (Como indicaré, lo importante es adquirir técnicas y métodos). Con esto en mente, debes limitar el número de libros que tienes hasta que seas maestro. No necesitas muchos: unos veinte son suficientes. Las revistas están bien. Con respecto a los programas, mencionaré los de juego más adelante, pero nadie necesita dos millones de partidas. Recuerdo una comida con Lombardy y varios aficionados en New York. Uno de los aficionados dijo que tenía más de un millón de partidas en su ordenador, y Lombardy le miró y le preguntó en cuántas de ellas había trabajado. Debes limitar la cantidad de aperturas que juegas. Sólo necesitas una buena defensa contra e4, una contra d4 y una contra el resto. Con blancas, limítate a una apertura. Si tienes tiempo para aprender más, hazlo, pero recuerda que el ajedrez es un juego de aplicación, no de absorción. Sólo se puede hacer un movimiento por turno, así que haz las cosas de forma simple.
Progresar
Consideremos el progresar para el principiante total: no sabe nada en absoluto. No me gusta la analogía del libro en blanco y prefiero la analogía del que está perdido: el principiante necesita ser dirigido. El progreso del principiante le irá dejando huecos en su formación si no lo hace de manera correcta. El progreso hacia el nivel de maestro consiste en dos pasos básicamente. El primero es alcanzar una comprensión mínima básica del juego, caracterizada por una deliberada falta de información ajedrecística específica, y el segundo es llegar al nivel de maestro mediante la adquisición de técnicas y métodos mediante la asunción de cantidades apropiadas de información. El primer paso es muy parecido a aprender a montar en bicicleta: se progresa más aprendiendo qué no hacer. En ajedrez, esto significa mantener las cosas simples: aprender a no dejar el rey expuesto, atender a las amenazas inmediatas del rival, no dejar tus piezas en prise, desarrollarse rápidamente, no crearse debilidades. Sólo deben tocarse los conceptos más intuitivos sobre la importancia del centro y la táctica elementeal. Nada de libros. O, al menos, no libros formales. El principiante debe darse cuenta de por qué pierde partidas. Tiene que ser consciente de sus malos hábitos que contribuyen a que pierda. Necesita desarrollar una idea intuitiva del ajedrez. La mayoría de los libros para principiantes mantienen una estrategia equivocada: haz esto, no hagas esto, ten cuidado de esto, y todo este tipo de consejos tipo Reinfeld. Muchas reglas son esas. Se trata de una aproximación equivocada: esas reglas sustituyen a la comprensión. Uno o dos libros que ofrezcan partidas básicas con explicaciones sencillas es algo estupendo. Uno de los que recomiendo es "Ajedrez lógico" de Chernev. Explica cada movimiento de la forma más simple e intuitiva. Nada de variantes, nada de estrategia. La información tiene que mantenerse al mínimo porque queremos aprender, no maneras de ganar, sino cómo evitar hacer cosas estúpidas mediante un enfoque intuitivo. En el camino hacia el perfeccionamiento este nivel básico mínimo de comprensión es muy importante. El principiante necesita jugar contra jugadores más fuertes para que obtenga información inmediata de lo que está haciendo mal. No sirve de nada jugar contra gente a la que se gana, porque de esta manera los errores no serán percibidos.
Hasta aqui todo por esta primera parte, nos vemos en la segunda entrega de esta serie Como ser un Gran Maestro.
Saludos y hasta la proxima