Razones para celebrar el éxito de los demás
Vivimos para ese día en el que vemos que se cumplen nuestros esfuerzos y obtenemos la meta que tanto anhelamos. Básicamente, la búsqueda del éxito nos motiva día a día.
Pero ¿Cómo nos sentimos cuando un amigo, familiar o conocido tiene éxito antes que nosotros? ¿Lo Celebramos o lo odiamos? Bueno, sin duda deberíamos ser felices.
Aquí tienes cinco razones por las cuales necesitamos celebrar el éxito de los demás.
1. Nos necesitamos unos a los otros para tener éxito.
Un día fui espectador en un evento de gimnasia juvenil y en el observé cómo las jóvenes se esforzaban por hacerlo bien por sí mismas pero aun así se felicitaban por las actuaciones de cada una. Al reflexionar sobre esto, lo vi como un ejemplo perfecto de dinámica de equipo: cuando uno gana, todos ganamos.
El éxito de cada miembro solidifica la posición del equipo.
El éxito de nuestro compañero de equipo puede impulsar nuestro éxito para que podamos estar en la cima del podio de medallas con ellos.
Debido a los logros sobresalientes de cada individuo, todo el equipo puede compartir el logro de un grupo.
Por lo tanto alégrate cuando los demás logran lo mejor en vez de molestarte porque su éxito es NUESTRO ÉXITO
2. Te motiva a trabajar en tu propio éxito personal.
Ver a otra persona dar todo de sí y que consiga su objetivo es energizante e inspirador. Hay momentos en que nos desmotivamos o desencantamos porque hemos estado trabajando en nuestras metas durante lo que parece mucho tiempo y sin embargo aún no hemos conseguimos lograr nuestros sueños. Cuando alguien más alcanza su objetivo, debería llenarnos de esperanza y posibilidad.
Su éxito es testimonio de que nosotros también podemos cumplir nuestros sueños. ¡Si ellos pueden hacerlo entonces nosotros también podemos!
3. Te preocupas por la persona y quieres mantener tu vínculo.
Cuando amamos y nos preocupamos por alguien, queremos verlo triunfar. Nunca queremos ver que fallen o que no alcancen sus objetivos. Por supuesto, a veces puede haber una competencia sana y amistosa. Pero cuando realmente nos preocupamos por alguien, ¡esa competencia nunca puede convertirse en celos porque escalaron la montaña antes que nosotros!
De hecho, cuando amamos y nos preocupamos por otro y vemos que logra su objetivo, generalmente nos encontraremos radiantes de orgullo solo por saber que estamos relacionados o asociados con ellos. Incluso tomaremos la iniciativa de anunciar sus logros a otros porque compartimos su alegría.
Si nos damos cuenta de que nos sentimos mal y envidiamos a un amigo, familiar o colega debido a su éxito entonces debemos evaluarnos a nosotros mismos y nuestra relación con ellos.
Cuando realmente nos preocupamos por alguien y queremos mantener relaciones positivas con ellos, por lo general nos indica que corazón realmente les desea lo mejor. Si es así, ¿cómo podemos ponernos celosos y odiarlos cuando tienen éxito?
4. Puede abrirte puertas a través de redes sociales y referencias.
Una gran parte de tener éxito está ligada con la creación de redes sociales y en establecer conexiones con las personas u organizaciones clave que están en el campo en el que estamos tratando de sobresalir. Esto significa que necesitamos conocer personas y establecer relaciones para ayudarnos en nuestro camino hacia el éxito.
Cuando celebramos el éxito de otros tenemos la oportunidad de conocer a las personas que conocen e ir a eventos a las que tienen acceso. Esto a su vez nos dará la oportunidad de conectarnos con personas que pueden ayudarnos o dirigirnos mientras seguimos esforzándonos por alcanzar nuestros propios objetivos.
5. Mantener una actitud positiva te empodera.
Zig Ziglar digo una vez: “Tu actitud determina tu altitud”
Nuestra actitud, conducta y personalidad contribuyen significativamente a nuestra capacidad de triunfar. El conocimiento, el talento y el trabajo duro son factores importantes para llegar allí.
Pero independientemente de nuestra familiaridad con la información, nuestro nivel de habilidades y nuestra ética de trabajo, muchas veces fallamos debido a nuestra falta de actitud.
Si hacemos o decimos algo que los superiores, compañeros, proveedores o clientes encuentran indiferente u ofensivo, corremos un gran riesgo de fracasar. Si nos centramos únicamente en nuestros deseos sin considerar las necesidades de quienes nos apoyan entonces estamos en el camino del fracaso.
Y por supuesto, si nuestra actitud es de incredulidad, estamos dañando nuestra capacidad de triunfar. Si todos los demás creen en nosotros pero no creemos en nosotros mismos, es poco probable que cumplamos nuestros objetivos o llevemos a cabo ninguno de nuestros planes.
En resumen el éxito se saborea mejor cuando lo compartes con otros. Entonces a medida que avanzamos por el camino del éxito, los siguientes consejos nos ayudarán a alcanzar nuestros objetivos.
Saludos y hasta la próxima